Doctores de "carné"

Ayer durante una hora estuve escuchando via streaming a un Doctor, autoinvestido de tal, conferenciando acerca de algo que quedaba muy lejos de sus cortas entendederas. La autoimposición de autoridad, le sobrevino por ser pionero en un sector sin un histórico suficiente como para seguir reglas preestablecidas. Aún así, tomó la batuta y como si no existiera duda de la certeza de aquello que sermoneaba, no dudó en reprochar a aquellos que le corregían sobre la marcha, sin duda éstos sí especialistas en el tema en cuestión.
Con esto sólo quiero llevar a la luz, que como siempre en el pais de los ciegos el tuerto puede ser Rey o Virrey  o Presidente de esto y de aquello, que "la elocuencia nos hace creer en nuestras propias palabras" (Enrique Bunbury), sobre todo si no tenemos a nadie que nos corrija. No tenemos porqué ser modestos, ni sigamos esa tan de moda falsa modestia, que es absolutamente detestable, pero seamos realistas con nuestros propios límites. El ridículo está mucho más cerca de lo que creemos, ser un abanderado no te proclama en Gurú, hasta César llevaba un enano tirándole de la toga, recordándole su mortalidad.
Ayer me sentía indignado por esta situación. Hoy no, me sentaré en mi atalaya a observar los errores, aprender de ellos, y llegar con las soluciones a los mismos (sin duda esto se paga mejor). Mientras existan los pirómanos trabajaremos los bomberos.